Diana Fernández de la 11-3 nos comparte una adaptación de la obra Mamita Maura del escritor costarricense Fabián Dobles

Una adaptación de la obra: Mamita Maura del escritor costarricense Fabián Dobles  

por Diana Fernández Elizondo de la 11-3 

      

 

Cuando ma Maura dijo que se iba a morir el lunes a las 12:00, empezó hacer todos los preparativos para su vela y para descansar en paz.  


Ya después de dar por enterados a todos sus familiares la noticia de que se iba a marchar de esta tierra, les pidió a sus hijos que pusieran manos a la obra desde el viernes, para que así no tuvieran que andar corriendo con los preparativos, tal y como le gusta a mamá Maura, tenerlo todo listo. 


Luego, informó a mitíos las comidas que tenían que preparar para el entierro; le ordenó a Carmen que comprara yuca, papa, zanahoria, chayote, ayote, elote, tiquisque, camote, cebolla, chile y apio para la olla de carne. A Clarisa y a Amelia las mandó a jalar el pescuezo de las gallinas. Luisa junto con mi abuela Asina les encargó deshojar las matas de plátano para los tamales y nacatamales 


Luego de darle las órdenes a las mujeres siguió con los hombres A Mateo y a Gaspar les pidió que destazaran los chanchos para comer chicharrones toreados; por último, mandó a Lino a que fuera a la casa de Chindo a encargarle chicha como bebida principal.  


Carmen antes de dirigirse al Mercado Municipal de Atenas se despidió de mamá Maura, abrió el portillo y salió. Al instante en que Carmen salió escucho un sonido extraño, se preguntó que sonido fue ese que envolvió sus oídos, giro hacia atrás y se percató que era un humilde señor con su carreta que vendía las verduras que ella necesitaba. Lo esperó y lo detuvo, al verlo de frente le pregunto que cómo le había ido con las ventas del día y también que si tenía las verduras que mamá Maura le había pedido para preparar la olla de carne. Él señor alegremente le respondió que sí y rápidamente le dio la cantidad necesaria para las personas que iban a estar en el velorio. 


Bueno, llegó el día que nadie quería que llegara, porque nadie quería que se muriera mamá Maura!... Empezaron con los preparativos del velorio. Mis tías ya tenían todo cocinado y los chicharrones ya estaban en la olla friendo.  


Mis tías vistieron a mama Maura de blanco como si fuera hacer su primera comunión por segunda vez... ¡quedo hermosa mi bisabuela!  


Ella solita se metió al ataúd, parecía que tenía prisa de irse de este mundo.  Llevaba 20 minutos encerrada y en eso se escuchó un estruendo. ¡Que susto me dio a !... pensé que la pelona había llegado por mi bisabuela!pero nombres fue pior 


Resulta que a mi tío Mateo se le cayó la olla en donde estaba cocinando los benditos chicharrones. Mi familia empezó a murmurar lo que causó que mamá Maura se levantara del ataúd.  


Se levantó y naíde quería estar presente con la tremenda regañada que le iba a pegar a mi tío por no cuidar la olla. Dicen mis primos que fue con la cucharada de madera con que cocinaba mi tío que terminó botando la olla de chicharrones.  


Mis tías volvieron a ver el reloj, después de esa torta que se había jalado mi tío, y observaron que eran las 12 y 30 de la tarde. Ellas mismas se lo dijeron a mi bisabuela y agregaron que ya no podía morirse, puesto que la pelona se asustó con semejante regaño a su nieto Mateo y ella les respondió... bueno, sí tiene razón, soy demasiado joven y bella para morir aún y todavía necesitan quien los regañe y los aconseje para que tengan cuidado con lo que hacen. 


Mamá Maura vivió 11 años más y después de esa reunión tan grande todos se pusieron de acuerdo para reunirse y celebrar una vez al mes que aún estaban enteritos y con vida. 

 

 

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